El daño global producido por el granizo ocasiona cada año pérdidas cuantiosas, tanto en el campo como en las ciudades. En el primero arruina las cosechas y en las ciudades destroza techos, vidrios y automóviles generando caos y accidentes. Además presenta riesgos para la aviación. Los peligros del granizo han impulsado al hombre a buscar los medios para evitarlo. En muchos lugares, donde las grandes extensiones de plantaciones están expuestas a granizadas capaces de arruinar una cosecha entera en cuestión de minutos, se utilizan cohetes antigranizo. Estos se hacen estallar en la nube para que liberen agentes químicos. Cuantas más partículas haya, mejor, ya que entonces la misma cantidad de humedad contenida en la nube se distribuye entre muchas más gotitas de lluvia o cristales de hielo más pequeños, en lugar de unas pocas piedras de granizo grandes, potencialmente destructivas. También se utilizan mallas antigranizo, que se colocan sobre las plantaciones, pero son muy costosas.
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